Linfomas Malignos: Generalidades

0
Linfomas malignos


En este artículo aprenderemos los aspectos generales de los linfomas malignos. El linfoma de Hodgkin se ve a detalle el siguiente artículo. (Ver Linfoma de Hodgkin).


Los linfomas malignos se caracterizan porque existe afección ganglionar. Si hay adenopatías generalizadas, simétricas y de larga evolución entonces serán linfomas indolentes, por el contrario, si son adenopatías localizadas y de aparición reciente serán linfomas agresivos. Las masas adenopáticas pueden provocar síntomas por compresión de las estructuras adyacentes. 


Los linfomas también pueden originarse en territorios extraganglionares como la piel, SNC, tubo digestivo o pulmón. Los pacientes también pueden referir síntomas B (fiebre, sudoración nocturna y pérdida de peso > 10% en los últimos 6 meses). Puede existir prurito, esplenomegalia y leucocitosis. 


El diagnóstico de un linfoma debe ser histológico, preferentemente en las regiones supraclaviculares o cervicales. También se puede realizar citometría de flujo y estudio inmunofenotípico mediante anticuerpos monoclonales y técnicas de citogenética y biología molecular. 


Con respecto al estudio de extensión, al paciente se le debe realizar un hemograma completo, la VSG, un estudio bioquímico completo, serologías de los virus de la hepatitis B y C, y VIH. Previo al tratamiento se debe realizar una radiografía simple de tórax y electrocardiograma. 


Para determinar la extensión del linfoma se debe realizar una tomografía computarizada (TC) de tórax, abdomen y pelvis, y biopsia de médula ósea. Se recomienda realizar una tomografía por emisión de positrones (PET) que es más sensible que la TC. En caso haya sospecha de afección del sistema respiratorio o digestivo se puede realizar una endoscopia en dichas zonas. Si se sospecha de infiltración en el SNC puede realizarse una punción lumbar exploratoria con estudio citológico de LCR. Si existe infiltración se recomienda realizar una resonancia magnética (RM). 


El grado de extensión del linfoma se ha valorado mediante la clasificación de Ann Arbor:


Clasificación Ann Arbor para linfomas malignos


Con respecto al tratamiento, este varía de acuerdo al tipo histológico del linfoma y su extensión. De manera general se realiza quimioterapia o inmunoquimioterapia (quimioterapia más anticuerpos monoclonales). Puede realizarse radioterapia para formas localizadas y como tratamiento complementario. El trasplante de progenitores hematopoyéticos (TPH) puede realizarse en casos resistentes o en pacientes que hayan tenido recaídas. Después de finalizado el tratamiento se puede determinar alguna de las siguientes respuestas:


  • Respuesta completa (RC): No hay signo ni síntomas de la enfermedad. 
  • Respuesta parcial: Reducción > 50% masa tumoral pero con persistencia de la enfermedad.
  • Enfermedad estable: No hay respuesta, pero tampoco evidencia de progresión de la enfermedad.
  • Progresión: Fracaso total

Bibliografía

Rozman C, Cardellach López F, von Domarus A, Valentí PF. Medicina interna. 19a ed. Elsevier; 2020

Tal vez te interesen estas entradas

No hay comentarios